blog image

La magia de las palabras

¿Te has enfrentado a una página en blanco o no se te ocurren las palabras para un anuncio o una publicación? A todos nos ha pasado alguna vez. Sí, vivimos en un mundo cada vez más digital, donde cualquiera diría que ya no es tan necesario comunicarse escribiendo, pero no, hoy más que nunca las palabras —las palabras correctas— son necesarias para hacer negocios.

Inés Ramírez

Jefa de contenido, SayHello

 

En este blog nos estamos comunicando mediante la palabra escrita. Eso es una muestra de que es un recurso no agotado entre tantas formas de comunicación actual. Por más de que a una persona no le guste escribir, cuando hace un video de TikTok, una publicación en Instagram, Facebook, etc., debe colocar un título; claro, existen ahora otros recursos como los emojis, pero si queremos darnos a entender bien, el mejor medio siempre serán las palabras.

Palabras que venden

Para nadie es un secreto, y más luego de la pandemia, que las redes sociales son uno de los mejores medios de ventas. ¿Y cómo nos comunicamos por redes? Con textos, pero, si queremos llevar a nuestro negocio más allá, no debemos escribir cualquier cantidad de palabras, sino palabras que vendan, que convenzan, que inspiren, que comuniquen la esencia de nuestro negocio.

En marketing, la capacidad de escribir texto que venden se conoce como copywriting y existe desde hace décadas. Escribir textos que vendan es vital para que una empresa tenga éxito en sus campañas de publicidad; puede tener los mejores productos, el mejor servicio, pero si no sabe cómo comunicarlo no logrará los objetivos propuestos.

En copywriting no existen reglas establecidas. La voz de cada marca es diferente; sin embargo, sí podemos ponerles magia a las palabras para comunicar con éxito, así como lo hizo el genio del copywriting, Eugene Schwartz, en la siguiente historia.

En el año 1976, el fundador de la gran empresa editora de libros, Bottom Line, estaba en apuros. Después de muchos años de trabajo, la empresa había gastado la mitad de su capital de trabajo inicial y le quedaba un largo camino hacia la rentabilidad. Martin Edelston no sabía nada de marketing y comunicación, por lo tanto, no sabía cómo comunicar las bondades de sus productos.

El empresario buscó ayuda. Acudió a Schwartz con todo lo que le quedaba. La misma noche de la contratación, Eugene redactó el anuncio mientras su esposa se maquillaba; por prudencia, lo envió a su cliente dos semanas después. El texto fue un éxito. Del sótano de su casa, pasó a ser un imperio editorial que generó más de 100 millones de dólares de ventas al año.

Schwartz sabía cómo vender, sabía cómo escribir y provocar el interés en los clientes de Edelston. Las palabras correctas hicieron su trabajo. Más de 45 años después, esta historia podría ser la mía o la tuya aplicada a ventas mediante redes sociales, tienda en línea, etc. Las palabras son y seguirán siendo importantes. Si ahora necesitas ayuda para comunicar los mensajes adecuados a tus clientes, estamos aquí para que juntos hagamos magia, magia con las palabras.

Share:

Leave a comment